Durante la madrugada de ayer, estuve haciendo balance del año pasado.
El 2007 vino plagado de accidentes, disputas y funerales en mi entorno cercano. Pese a todo, levantamos cabeza y nos esforzamos por sacarle provecho al año; Como dato positivo, puedo decir que en mi entorno laboral las cosas han mejorado bastante, al igual que en el desarrollo de mis proyectos personales.
Me gustaría poder decir que el 2008 marca un fin a la ansiedad y conforma un nuevo punto de partida, pero al menos durante unos cuantos meses más, vamos a tener que estar pendientes de los diagnósticos de los médicos.
Al principio uno piensa solo en si mismo cuando valora los cambios que vienen cuando cumple años, pero la realidad nos recuerda que esto también significa que nuestra familia también envejece, con todas las consecuencias que esto conlleva.
Después de una serie de despropósitos burocráticos, el día 8 finalmente tendremos respuesta del cirujano cardiobascular con respecto a mi padre. Esperemos que las noticias sean mejores de lo que esperamos y podamos celebrar una buena noticia.
Un año difícil, seguido de un año de desenlaces. Paciencia y fortaleza.
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