Bueno, como veis estoy intentándo actualizar el blog con algo más de asiduidad.
Tenía pensado escribir un articulete sobre metodología de diseño rápido, pero he preferido hablar de otro tema para aprovechar unas cuantas fotos que he revelado. Después de haberse quedado más de una década atrapadas en el oscuro mundo del negativo fotográfico, merecian una entrada blogera.
Los que gastais algo de tiempo en leerme sabeis algunos detalles sobre mi vida en el presente, pero no soy muy dado a hablar del pasado. Este salto temporal, viene de la mano de un cambio de imagen que he dado hace poco dando fin a siete años de larga cabellera lupina.
Y mi aspecto actual me trae de vuelta… al ejercito.
Con dos cojones y un palito. Aunque a decir verdad ahora con las barbas de cabra, además tengo cara de mala persona.
Aún recuerdo aquellas maniobras hace diez años, durante el 4º reemplazo del 97. Por aquél entonces estaba yo devolviéndole a mi patria parte de los servicios prestados a mi humilde persona a través del servicio militar. Al contrario que la mayoria de mis coetáneos, no hice uso de prórrogas o de objección de conciencia y ejercí mi derecho y obligación a través del servicio militar en el primer pelotón de la sección primera de la primera compañia de infantería mecanizada, ubicada en el cuartel de Castilla 16 -Badajoz-.
Huelga decir que pegé más tiros y dí más barrigazos que Rambo en sus tiempos de recluta. Se pasa mal cuando te llevas todo el día corriendo cual mono manatí ante pantera anémica y te llevas tanto tiempo fuera de casa; sobre todo si tienes novia. Ayyy… cuantos cuernos se habrán visto, más de uno no podía ni ponerse el casco. Mis mas sentidas condolencias a estos camaradas heridos por las garras de la traición.
Sin embargo también se aprenden muchas cosas: Superación, camaraderia, forja de carácter y sobre todo, tolerancia.
Cuando se están mas de setenta personas metidas en el mismo barracón, oliéndose los pies unos a otros, cagando en el mismo sitio y arrastrándose por el mismo fango, se rompen muchas barreras sociales.
A ver, recuerdo: Dos cocainómanos -uno payo y otro gitano-, un ingeniero agrónomo, dos belloteros y yo eramos los que compartiamos sección y camareta.
Después nos juntabamos mucho con Santos, Mateos… joer no me acuerdo de la mitad de los nombres, lo que si puedo asegurar es que ni se nos habría ocurrido salir juntos gente tan dispar en cuanto a idéologia y edad.
Me podría pasar entradas y entradas soltando batallitas, como la vez que arrestaron a Mateos por pegarse un cuesco, la pedrada que le pegó Salvador a un teniente para “despertarlo”, las fugas de Santos por la tapia del cuartel, las duchas a manguera, la del “dále chaval, dále”, la curra que le metimos a los de Botoa corriendo con nuestro capitán de la legión, los sacos de patátas fritas que fueron a parar a nuestro TOA… bueno, el tema es que parecería el abuelo Carpanta y no es plan, esto es un blog “moderno”, ala.
Solo comentar que aunque recuerdo muchas cosas con cariño, no volvería a hacer el servicio militar, ni loco.
Os dejo con las fotos. Dentro de poco cambiare la imagen de mi perfil, porque se ha quedado obsoleta. Ahora parezco “El capitán Pescanova”. 😀
Salgo en todas, a ver si me encontrais sin ayuda, que no es muy difícil:
Dios xD, la verdad esque la entrada está más que interesante, así con algunos toques de humor xD.
Nah, ya enserio, está muy curiosa, la verdad esque ahora los nuevos no hemos vivido eso, aunque ya nuestros padres y abueletes nos contaban historias de la mili.
Bueno, que sigas actualizando poniendo articulillos interesantes ;).
Hasta otra capitan pescanova xD
Menos mal que no ibas a contar batallitas XD Muy bueno, me he reído un rato y las fotos no tienen precio, jeje
Wua mas que sorprendente, muy bueno Lobo, expectacular.
SALU-2
Je je.. esta entrada no os la esperabais ¿eh?
Gracias por los comentarios, me encanta notar que la gente lee lo que aqui se escribe.
Claro que lo hacemos (leer los artículos, no pienses mal xD).
Lo que pasa esque la gente no tiene mucha costumbre de comentar en las entradas.